We both need an alliance {Lance}

El día de hoy tuve la visita más extraña que haya tenido nunca en mi vida en la comisaría, un hombre mayor fue a decirme cosas acerca de Jigsaw, fue extraño y me había hecho pensar en muchas cosas, principalmente que era una locura, que Jigsaw era un maldito demente y que posiblemente ni siquiera trabajara solo, pero ahora saqué eso de mi mente y decidí hacer lo que me había propuesto unas horas antes de que llegara, poco después de que Adam me mandara por un tuvo básicamente cuando le conté sobre Freddy Krueger y sus apariciones en los sueños de los chicos, pero quien más me importaba a mi, mi hermana Julz; Adam se había mostrado escéptico como ya lo intuía, y solo tenía una persona a la cual recurrir, la única persona de Nueva York que tal vez pudiera creerme, pero no... sabía que Lance Preston no era un creyente de todo lo que decía, según algunas fuentes, lo que hacía era mero montaje, y ahora planeaba hacer una especie de convención, Will y yo bromeamos delante de Adam con que iríamos y que él no lo hacía porque le daba miedo, aunque más bien era que odiaba a Lance, pero después de todo, podía ser algo no tan descabellado.

Llamé a Lance Preston desde la comisaría para decirle que necesitaba verlo, se mostró amable, aunque tal vez influyó el que le fuera a llevar el permiso personalmente para su Convención, así que fui en mi auto hacia el foro de Grave Encounters, no tardé mucho en llegar, sabía bien dónde estaba, y ni siquiera batallé para que me dejaran pasar, por lo visto Lance estaba solo, también maldecía a una computadora cuando llegué, me aclaré la garganta y me acerqué a donde estaba - ¿Lance Preston? - Pregunté a pesar de que sabía que era él, su reacción no era lo que esperaba, parecía como si me conociera por su mirada - Soy la detec... Anya, solo llámame así - Le extendí una mano en señal de saludo y luego la carpeta con el permiso que ya sabía dentro, pero antes de que la tomara, volvía a acercarla a mi - El detective Vallerand aún no está enterado de esto, en realidad le ahorré el trabajo a ambos - Dije refiriéndome a Adam y a él - Pero si he venido hasta acá es porque necesito tu ayuda para encontrar a alguien - Le dije cruzándome de brazos con el permiso aún en la mano, esperando que comprendiera a lo que iba, si no me ayudaba, no le daba el permiso, y su Convención se perdería.

Habíamos grabado antes el anuncio para la convención que habría en el Psiquiátrico abandonado, pero ahora todos se habían ido a buscar al vigilante y al historiador local, yo tuve que quedarme a resolver algunos asuntos con el correo y claro, recibir el dinero que había pedido como cooperación para poder ir con nosotros a la convención, sin embargo, el problema era que no podían ir más de 15 personas según un estúpido reglamento, por la cual ahora tendría que conformarme y cerrar las inscripciones luego de que los otros tres que faltaban lo hicieran. El teléfono me sacó de mis pensamientos, y atendí de inmediato - Por supuesto que la puedo atender detective - Le dije amable desde el otro lado del teléfono mientras sostenía el mismo ladeando la cabeza hacia mi hombro para poder seguir escribiendo en la computadora lo que hacía - ¿Ahora mismo? - Pregunté - Claro, solo pregunte por mi en la entrada - Y luego de eso colgué. Por favor, que estuviera buena al menos, digo, si Vallerand iba a mandarme una policía, que fuera la rubia amiga suya, pero, ¿por qué me mandaría a un policía? Yo mismo iría más tarde por el permiso, sabía que lo haría hasta que llegara para dejarme esperando 3 horas ahí, pero para mi desgracia lo necesitaba; no había hecho nada malo hoy que yo recordara, salir en televisión anunciando algo no era un delito.

Seguí trabajando luego de pensar en aquéllas estupideces por las cuales me hacía a pasar el maldito jefe de policías, y luego que escuché a una chica pronunciar mi nombre como si estuviera arrestado o algo, supe que la chica había llegado, más pronto de lo que la esperaba, me giré y sonreí ampliamente al ver que mis deseos se habían cumplido, era la detective... Wycliffe si mal no recordaba, era jodidamente sexy - Ese soy yo... Anya, dime Lance - Tomé su mano como saludo y besé el dorso de la misma con una sonrisa encantadora, miré el papel que traía entrecerrando los ojos para ver que era el permiso, esto era raro... ni siquiera lo había ido a pedir, pero cuando iba a tomarlo lo apartó, fruncí el ceño y la observé mientras hablaba - Espera... ¿hiciste y luego me trajiste hasta acá... a MI, el permiso? - Le pregunté especial énfasis en "MI", ya que el oficial "Amargallerand" jamás lo permitiría - El detective Amargallerand no lo sabe, genial - Sonreí y me crucé de brazos al escuchar que necesitaba mi ayuda, me reí - Estoy seguro de que estás confundida, no soy ese tipo de reporteros... y tú eres policía, tu mejor amigo es tu jefe ¿y quieres que yo te ayude a encontrar a alguien? Como sea... necesito eso - Dije señalando el permiso que traía en la mano, así que jalé una silla y le hice una seña para que se sentara junto a mi, esperando que me dijera a quién buscar.

Nunca creí que iba a venir a éste lugar a hablar justamente de esto, de los sueños que mi hermana tenía, los sueños que muchos chicos tenían y nadie podía ayudarlos, pero Lance era mi última esperanza, y la única también, solo esperaba que hubiera investigado algo de Freddy, pero lo dudaba, pues jamás había hablado de él en ninguno de los programas que había visto, y estaba desesperada, literalmente. Entré cuando el vigilante me dejó pasar y me dijo dónde encontrarlo, no era un lugar tan enorme, así que no me fue complicado verlo sentado frente a su computadora, asentí como me pidió que lo llamara Lance, era la primera vez que hablaba con él o que me acercaba a más de 5 metros de él, ¿estaba acaso coqueteando conmigo? Aparté mi mano de él y lo miré - Lance, es un placer al fin conocerte y verte por primera vez sin pelear con mi jefe - Le dije con ironía en mi voz, me con tono divertido, la verdad no me caía mal, de hecho su personalidad me resultaba divertida, era algo espontáneo y extrovertido, y la única persona que había enfrentado a Adam sin el menor temor de que fuera a arrestarlo, aunque legalmente no podía hacerlo solo porque ambos se insultaran mutuamente, negué con la cabeza para despejar mi mente de aquellos pensamientos.

Alcé una ceja encogiéndome de hombros cuando preguntó como sin poder creer que yo le hubiera hecho y traído el permiso hasta su lugar de trabajo - Pues... eso es lo que parece, está redactado y firmado por mi, es legal y Adam no podrá molestarte por ello - Le aseguré con un tono amable mientras me cruzaba de brazos y lo escuchaba llamar Amargallerand a Adam, lo pensé un poco mordiéndome el labio para no reírme, pero se me escapó una sonrisa divertida hasta que me reí por lo bajo - Es Vallerand... y sé que lo odias, de ser tú también lo haría, y de ser él, te odiaría a ti, pero no es el caso - Negué con la cabeza y le dije que quería que me ayudara a buscar a alguien, pero su tono burlón me hizo rodar los ojos - No vine a buscarte para que coloques una maldita alerta de búsqueda, a quien quiero que busques es a algún Freddy Krueger, mira... no es nada que tenga que ver con la policía, es más un favor... no hay nada en la base de datos de Nueva York, y estoy segura que haz escuchado de él como un entre sobrenatural que te mata en sueños - Sonaba como una demente, y vaya que yo no era la única aquí que lo hacía cada vez que salía en público, pero... debía hacerlo - Encuentras cosas paranormales a diario, solo necesito que busques lo que sea de algún asesino que se haga llamar así fuera de Nueva York - Me senté en la silla que puso a su lado y lo observé esperando que aceptara, pero parecía observarme como si me hubiera convertido en un bicho raro.

Honestamente me había parecido siempre que Anya, era la detective más atractiva de la comisaría, no había hablado nunca con ella, tampoco estaba prendado de ella como Amargallerand, quien debo decir la veía como si fuera más bien su presa, y no precisamente de las criminales, sino de esas que raptaban algunos osos lentos, sí, era esa la descripción que se ajustaba perfectamente bien al hombre que tenía menos expresiones que la mismísima Bella Swan. Me sorprendía que justamente ella viniera hasta acá para darme un permiso que me beneficiara, sin duda alguna no podía haberla enviado alguien de la comisaría, además me agradaba que fuera técnicamente la única capaz de desafiar a ese jefe suyo que tenía - Pero vaya, la amiga del que todo mundo creen es novia, está enamorada de mi, no podría culparte - Me burlé con un tono de presunción, aunque luego hice un ademán como si fuera a disculparme - Lo lamento, pero yo sí creo que debes tener mejor gusto que eso que tenemos por jefe de policías - Confirmé, ya que yo no creía que fueran novios, claro que posiblemente tendría que pedir salir en televisión para aclararlo públicamente, ya que una sola persona que lo creyera, no bastaba, eso era algo seguro.

Primero pensé que tal vez me estaba jugando alguna clase de amarga broma, pero parecía seria al decir que era real ese permiso, y legal, pues además en realidad parecía necesitar mi ayuda, solo que no se me ocurría para qué - Vamos, ¿me vas a decir que Amargallerand no le queda como anillo al dedo? Como sea, haré cualquier cosa con tal de no tener que ver más a ese hombre - Le hice un gesto con la mano para que me dijera lo que quería que hiciera por ella, lo siguiente que dijo me dejó sin palabras, la observé como si de repente hubiera enloquecido, pero lo había dicho, hablaba en serio - ¿Quieres que te ayude a buscar a un asesino del más allá? ¿Por qué no buscaste a una bruja? - Me burlé divertido, pero alcé ambas manos en son de paz y sonreí, le indiqué que se sentara y decidí que podría ayudarla, no me costaba nada al menos indagar, además no tenía nada mejor que hacer - Te ayudaré... pero antes dime, ¿por qué tienes tanto interés en él? Nadie cree en su existencia salvo por las personas que ataca... el resto del mundo los cree locos, especialmente la policía - Esta vez soné curioso, era raro que viniera a buscarme a mi precisamente, si lo hacía, solo significaba algo, era su única esperanza, así que empece a buscar primero en las noticias de Nueva York tecleando "Freddy Krueger", pero como había dicho ella, no había nada, entré al buscador y agregué la palabra "Asesinatos" después del nombre, había varios artículos, pero la mayoría de Springwood, Ohio, entré en el link y lo que vi me pareció curioso - Al parecer Nueva York no es la única ciudad que tiene un Freddy Krueger, mira - Le dije confundido pero moviéndome solo unos centímetros para que se acercara y viera, las descripciones que se leían en esos periódicos eran las mismas que contaban aquí, idénticas, y eso, no era una coincidencia.

No me extrañaba que le sorprendiera verme aquí, cualquier supondría que no vendría a encontrarme con el enemigo de Adam, pero me parecía algo exagerado, Lance sin duda no parecía estar en sus cabales por el mero hecho de ir a lugares embrujados, pero no lograba entender por qué se tenían tanta tirria, entrecerré los ojos cuando dijo que estaba enamorada de él y negué - Siento mucho decepcionarte pero no... definitivamente no estoy enamorada de ti, no tengo tan mal gusto - Me reí al escucharlo porque sabía que bromeaba, pero por primera vez me sentía feliz de que alguien no fuera tan idiota para creer que yo salía con Adam - Finalmente alguien que no cree eso! Comienzas a caerme mejor - Le dije con expresión divertida - A pesar de todo lo que dice la gente, solo somos amigos, tu mismo lo haz dicho, tengo un muy buen gusto - Respondí bromeando también, el jefe de policías que decía él en realidad era bastante atractivo, pero mi cabeza solo pensaba en alguien más, y no era precisamente en él tampoco, aunque sí tenía que reconocer que no estaba nada mal, además era agradable a mi juicio, aunque tenía entendido que tenia su carácter, igual eso era algo de lo más normal - No creo que ese apodo sea... - Negué con la cabeza - Bien, está un poquito amargado, pero es que creo que le hace falta una chica, tiene miles pero... no vine a hablar aquí de él - Era divertido el Amargallerand, eso sí, pero ahora no quería hablar de él, sonreí cuando dijo que haría lo que fuera por no tener que toparse más con él, y me senté junto a él en el lugar que me indicó.

Le conté que necesitaba que me ayudara a encontrar a Freddy, en un principio él parecía más bien contrariado, posiblemente pensara que me había vuelto loca, en realidad no es que se esforzara mucho es ocultarlo, rodé los ojos ante sus palabras - Pues amablemente pensé en alguien que necesitara sacarse de encima a Adam, en mi lista de brujas de primer contacto, apareció tu nombre... ¿me ayudarás o no? - Esta vez lo miré con seriedad para que supiera que estaba hablando en serio, pero terminó aceptando, aunque me pensé un poco el si debía contarle o no, pero decidí que lo mejor era darle toda la información que me pedía - Yo... hasta hace poco tampoco creía que existiera, pero... tengo una hermana, es menor que yo y últimamente ha estado como distraída y... - Hice una pausa negando con la cabeza, mejor ir al grano - La otra noche noté cortes en sus brazos, no eran cortes normales, me dijo que Freddy Krueger se los había hecho, y yo le creo... casi no duerme y siempre se despierta gritando a la mitad de la noche... no me importa si todo el mundo piensa que me volví loca pero tengo que protegerla - Le conté sin poder evitar sentirme preocupada por ella, no tenía a nadie más que a mi, no podía ni iba a dejarla sola en esto - Haré lo que me pidas Lance, pero ayúdame - Le pedí nuevamente mientras le extendía el permiso que había traído antes, asentí agradecida mientras le veía teclear el nombre de Freddy en la computadora.

Observé también por la computadora tratando de ver algo, pero solo veía noticias de aquí mismo de Nueva York, pero Freddy era el apodo que daban a los asesinatos o crímenes que seguían ese patrón, había comenzado a perder las esperanzas hasta que me dijo que éste no era el único lugar en donde había un Freddy, lo volteé a ver confundida - ¿De qué hablas? - Le pregunté mientras veía la pantalla y leía como todos esos acontecimientos idénticos a los de aquí habían ocurrido en Springwood, Ohio - No puede ser cierto... - Dije preocupada mientras leíamos varias notas de jóvenes que morían mientras dormían, y luego estaba un viejo artículo - Espera, "Frederick Charles Krueger fue encontrado culpable de abuso a menores de edad, la policía no pudo encontrarlo, hasta que su cuerpo fue encontrado calcinado junto a una fábrica hace 12 años en un incendio provocado" - Leí la nota en voz alta, pero no pude leer más, llevándome las manos a la boca recordando a todos esos chicos diciendo que Freddy tenía la cara quemada - ¿Cómo puede ser es posible? Lo quemaron vivo pero... ¿qué tienen que ver todos esos chicos? ¿qué tiene que ver mi hermana? Jamás ha estado en Springfield! - Dije mientras me ponía de pie pensando en lo loco que parecía esto, en realidad existía un Freddy Krueger pero... estaba muerto, y... - ¿Y las garras? ¿Qué tienen que ver con esto? - Volví a sentarme señalando la pantalla, me gustaba más cuando creía que era una mentira.