Have nice day -Lance

Me agradaba esta vida de ciudad,  irónicamente era más tranquila que de donde venía, claro normal si todos te recordaban como una sobreviviente de una masacre, o cosas totalmente exageradas y alucinógenas, a veces la gente era torpe como unas patas de elefante, por suerte aquí nadie no me conocía, salvo pocos, lo que realmente agradecía.


Me gustaban sus calles atributadas y las personas apresuradas, denotando ese buen dicho de que cada cabeza es un mundo, y yo podría pasar por desapercibida, tanto me agradaba la nueva mudanza, que ni siquiera los clientes más ridículos podrían sacarme una mala  palabra o estresarme, absolutamente nadie. Aunque no ha habido momento en que alguien pudiese decir que ha logrado aquel cometido, y eso que también trabajo con niños enseñándoles repostería, mi labor favorita, aunque no la única, debía mantener varios trabajos, si quería al fin estrenar mi propio Restaurat.

Por los momentos, me las apañaba para atender la barra del local donde trabajo y preparar los batidos, era demasiado sencillo para mí, aunque claro que eso es relativo cuando acaban de dar las 12, y el lugar comienza a llenarse con los clientes más “Efusivos”,  asi que varios entraban  comenzando hacer su cola, para pedirle a la cajera, mientras muchos pedían variedades de cafés fríos, unos más estresados que otros, otros más maleducados, y aquellos, bueno que realmente deberían dejar el café.

Éste como todos los días, era un día aburrido, había estado leyendo los periódicos con Amber y Dave, las noticias eran exactamente las mismas de siempre, se suponía que había un sujeto que mataba a las personas en sueños, y según fuentes confiables, el agresor era un tal Freddy Krueger, atacaba a los jóvenes en sueños y de alguna manera los mataba, era lo más estupido que había escuchado en toda mi vida. Caminaba por las calles, tuve que dejar a unas cuadras el auto para más tarde ir a la estación de policías y conseguir el permiso para ir a Collingwood, el psiquiátrico - ¿No te creerás esa mierda verdad? - Dije a Dave por el móvil mientras caminaba antes de ir a la estación en dirección a Starbucks - Decímos un montón de tonterías en el programa, la gente se lo cree... pero que te mate un hombre mientras duermes, no es un fantasma, es un psicópata - Ese era yo, el director de un reality show de cazadores de fantasmas y demás criaturas espeluznantes, mismas en las que yo mismo no creía, no existían los fantasmas, pero la gente se estaba volviendo loca, sin embargo, un loco nos serviría para entrevistarlo e inventar a Freddy Krueger - Pues acuéstate con una universitaria demente, todas las mujeres de Nueva York quieren dormir contigo, cuando lo hagas, llévala al foro - Estaba siendo sarcástico por supuesto, aunque bien sabía que ese tipo de temas se los podía tomar literal, pero hoy andaba de pésimo humor, las tomas que hicimos durante toda la noche habían sido pésimas, los actores falsos que contratamos apestaban como tales, y ahora mismo quería matar a alguien.

Colgué el móvil y fui hacia Starbucks, perfecto, como si no tuviera suficiente ya para empeorar mi día, estaba atascado de gente, y lo peor, algunos de ellos se giraron para hablarme, como si a mi me agradara tanto la gente - De verdad me agrada que les guste el programa, deberían venir a la convención, todos ustedes con el equipo de Grave Encounters en el Collingwood - Claro, como no se me había ocurrido antes, hacer algo con los fans, podría traer más audiencia si armaba unos cuantos trucos en el psiquiátrico, yo... era brillante, y los chicos a los que acababa de hablarles de la convención parecían entusiasmados, tanto, que me permitieron pasar, esa era mi verdadera intención desde el principio, hasta que alguien más me detuvo al llegar - Claro, hacemos visitas a domicilio, anótame tu número y te llamo para ponernos de acuerdo - Le dije a una mujer que decía tener fantasmas en casa, sonreí tomando el papel que me daba con su teléfono anotado, rodé los ojos y volví a sonreír luego de que me dejara pasar, hasta que conseguí llegar antes al mostrador arrugando el número de teléfono que acababan de darme - Hey... Olivia - Dije observando su nombre en la identificación de los empleados del lugar - ¿Me das un frappé Mocha? Y lo que sea que acostumbre a pedir el jefe de policías, si puedes agregarle algo de veneno a su bebida, te lo agradecería profundamente - Obviamente bromeaba, aunque odiaba al hombre no iría a la cárcel por él, le sonreí amablemente mientras sacaba mi móvil, una vez más para enviar un texto.

Cierto, se suponía que debía ser amable frente a las personas, comportarme como la supuesta gran celebridad que era, y por lo general siempre solía portarme bien con la gente, incluso me paraba a comentar el episodio de la noche anterior con algunos, pero cuando me tocaba ir a ver al detective Adam Amargallerand, bueno, eso me ponía tan de mal humor que podría pasar por encima de alguien y ni siquiera percatarme de que lo hacía, por supuesto que la primera vez que fui por el permiso del Collingwood, me dijo que debía ir un viernes, porque ese era el día que se daban lo permisos, ¿en qué jodido universo era cierto aquello? Las voces de las personas del local me sacaron de mis pensamientos cuando me sacaron platica, ninguna de ellas tuvo el menor de los problemas en dejarme pasar primer, si había algo que odiara en éste mundo era esperar, las filas simplemente no iban conmigo - Claro, van a amar la convención, tan pronto como consiga lo que necesito, estaré anunciándolo en televisión - Les respondí a los chicos que me preguntaron si también podrían hacer lo mismo que nosotros, a menos que quisieran pagarle a actores baratos y fracasados de la calle para que fingieran ser el mismo Monstruo del Lago Ness, entonces sí, podrían ser como nosotros. Luego de que arrugara el papel que la mujer de los fantasmas acababa de darme lo arrugué esperando que me dieran el ticket o algo para botarlo junto con éste - Oh... por fortuna no soy ningún señor, simplemente escribe Lance o inventa cualquier cosa - Le dije con una sonrisa amable, era obvio que la chica no me conocía, eso ya no me molestaba, tal vez si le decía que era el psicópata de Grave Encounters me reconocería, algunos solía conocerme así de cariño, pensé con sarcasmo.

Bajé la vista al móvil para enviar un texto, pero entonces sus siguientes palabras me hicieron voltear a verla nuevamente y sonreír como si me hubiera dicho la cosa más graciosa del mundo - Educación... suena apetecible y si es gratis supongo que no puedo negarme, con dos de azúcar por favor - Le respondí con ironía antes de sonreirle nuevamente, pero no era eso lo que me había llamado la atención, seguí su mirada hacia el papel y luego hacia la mujer, volviendo a verla a ella con expresión dudosa - ¿Así que entonces crees en fantasmas? - Le pregunté curioso, pues no me había preguntado si le creía o algo por el estilo, sino si la ayudaría, aunque, ¿qué más daba? - Tengo buena memoria, recordaré el número - Le dije excusándome por haber arrugado ese papel, pero era mentira, y aunque la tuviera, ni siquiera me fijé en el nombre de la mujer.

Debería dejar el tema en paz, quizás el hombre tenía menos ideas de los fantasmas  que Mr Flanders de diversión, a la vez yo no era quien para juzgar a nadie y que si era creído que se absorbió sus 5 minutos de fama, ¿nadie era perfecto?, pero luego recordé que mi punto ni siquiera era criticar si no aquella señora que se veía trastornada aunque se esforzase en disimularlo, quizás me hacía recordar los primeros días en la vieja casa de mis padres. Todo era simplemente bizarro pero una vez fuera de esa puerta debíamos parecer la familia típica americana o nos pondrían camisa de fuerza a todos, al menos saldrían más baratas al mayor.


-Yo no creo en fantasmas simplemente porque no existen, son una invención fantasiosa de las personas para no admitir que estamos solos o una explicación física cuántica para explicar a donde se va la energía-Menciono seria como si por ningún motivo quisiera alejarme de esa idea que me había formado.

-Pero no es  importante lo que yo creo, si no de aquella señora la cual se veía mal, buscando respuesta por alguna razón cree que tú se las darás y aun solo por su tranquilidad debes ofrecerla tan solo porque vino a ti, y ya que disfrutas de las regalías de ser “Famoso” lo debes.-Le experto con seguridad pero sin ánimos de sonar chocante.-Además ambos sabemos que no la ibas a llamar, ni notaste como estaba vestida o de qué color son sus lentes.-Menciono riéndome divertida antes de servirle su café.- De cualquier forma, deberías saber que siempre vas a necesitar de alguien en la vida, no solo de una cámara, no está bien ignorar a la gente que se siente en peligro.-Culmine, quizás llamando la atención de su conciencia si la tenía, esperando a que ayudara a la sra.